POEMAS DE ELENA GURÓ

por El Cocodrilo

Traducción de Érica Brasca |

Elena Guró (Eleonora Guenrijovna Guro) nació en 1877 en San Petersburgo. Se formó en escuelas de arte, particularmente en dibujo y pintura. Capturada por la poética simbolista, estudió teoría del verso. Sus primeras publicaciones fueron el libro de poemas y relatos Шарманка (Organillo) en 1909, y las ediciones futuristas del grupo Guileia, del cual formaba parte. En 1912, publica Осенний сон (Sueño otoñal). Junto con su esposo –el músico y artista Mijail Matiushin– fue una figura destacada del vanguardismo ruso. Su obra está compuesta por poesías, prosas, piezas de teatro, pinturas e ilustraciones.
Muere de leucemia en 1913. Al año siguiente, se publica Небесные верблюжата (Camellitos celestiales).

Ветрогон, сумасброд, летатель,
создаватель весенних бурь,
мыслей взбудораженных ваятель,
гонящий лазурь!
Слушай, ты, безумный искатель,
мчись, несись,
проносись нескованный
опьянитель бурь.

<1913>

Veleidoso, delirante, volador,
hacedor de primaverales tormentas,
de pensamientos agitados escultor,
persiguiendo el azur!
Escucha, tú, demente buscador,
dispara, galopa,
fúgate desatado
embriagador de tormentas.

(1913)

*  *  *

En el otoño se encontraron con Bulanka. Estaba parado junto a su bicicleta, con la cabeza colgando y encogió los hombros por el placer de existir.
Sobre su coronilla fluye el sol, y el viento sopla sobre su cabeza delicados cabellos, dispersándolos sobre su frente. Está parado, claro y tambaleante, inclinando los hombros hacia el costado, mira tiernamente el vacío sendero y el viento sopla claros cabellos sobre su cabeza descubierta. El sol otoñal, en la parte superior de su cabeza, tal vez lo está bendiciendo o lo está bromeando, calienta sus albinos ojos y los hace entrecerrar.
Ayer pensaba que la vida era sofocante, maligna y burlona y que todos somos criminales y condenados.
Pero hoy Bulanka estaba parado frente al despintado cruce de caminos y la alegría otoñal brillaba a través de él. La camisa en él es amable, amable y la franja azul en su cuello desabrochado está limpia. Y fue visto nuevamente: estaba sentado, inclinado sobre la baranda del balcón y, con los brazos extendidos hacia adelante; calentándolos al sol.
Una tras otra las libélulas volaron sobre él y se posaron sobre sus hombros y sobre la nuca de su largo y claro cuello . Durante un segundo permanecieron inmóviles y, tras haberse tambaleado en su oreja, se alejaron volando. Él solamente prestó una oreja y entrecerró los ojos a la luz.
Y entonces entendí que la felicidad es vida y sentido.
Sea tierno a la vida – acaricie.
Lo miré durante mucho tiempo y ahora sé que la alegría es inmortal e inconmensurable.
¡La felicidad es para los tontos, Bulanka! Le pregunté: “Todo puede ser perdonado, ¿no es un pecado?”
–¡Todo! –se ríe.– No tengas miedo por lo que es doloroso. Yo me ocuparé de lo doloroso, responderé por todo. En el otoño las iridiscentes llaves de la felicidad fueron encontradas. –Imagínese, casi nadie lo sabe. Lo sabrán mañana.
¡Eres un tontuelo, Bulanka!
¡Eres un visionario, Bulanka!
¡Eres nuestro sol, Bulanka!

………………………

Los rayos del sol caen sobre la barrera en nuestro cruce.

Selección de poemas de Elena Guro_Trad. Érica Brasca

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