3 POEMAS INÉDITOS DE VANESA ALMADA NOGUERÓN

por El Cocodrilo

MENTA & LIMÓN

cierro los ojos y entra la lluvia a la casa
la lluvia despeja los gajos importantes 
de oscuridad 
que van quedando después 
de los encuentros

atrás de los ojos un parque recién mojado 
una planta cuyo perfume despeja las vías
respiratorias y sillas
cuerpos de mimbre donde hacemos descansar
los otros cuerpos

una casa amarillenta con sus trastos
también amarillentos
libros comidos por el bicherío con más de cinco décadas
de vida
diccionarios de lenguas que nunca quisimos
realmente aprender
un vaso al borde de la mesada
con el peso del agua de a ratos
amedrentándolo 

atrás de los ojos
ruido de tren que llega o que se va
aunque en la práctica no haya trenes cerca sino apenas
restos de carriles que estorban el paso

atrás de los ojos volumen bien bajo
esa película de festival de cine
autofinanciada en blanco y negro 
y la lluvia
que nunca deja de entrar a la casa
que nunca deja de abrirse paso
entre los gajos cada vez más importantes
de oscuridad 

LA SANGRE QUE LLEVA ADENTRO

lo que se busca es inducir la percepción real de escalofrío

colisionar contra todo lo que hace un rato

ya habíamos dado por perdido

si está perdido lo que hace falta no es encontrarlo sino dejarlo en esa ruta

abandonado

puesto al servicio de un tiempo pasado

(cualquiera de los tiempos

pasados)

del pasado lo que se busca es mover su magma de lugar

hacer bosquejo pormenorizado de esa mirada retrospectiva que tantas veces

encima de las cosas

dejamos arrojada

del deseo lo que se busca es la sangre que lleva adentro y no los líquidos

ya estropeados

que por mucho espacio entre los años

exageradamente mucho espacio

entre los años

ha estado procurando

descartar

para los griegos – así lo dicen – lo verdadero podría ser

lo opuesto al olvido

lo que nos marca para siempre el pensamiento igual que aquello

que va perfilando el diseño de llagas

arriba del mismo verbo que cada tanto reutilizamos  

es la verdad que buscamos

lo que se busca entonces es producir

la sensación de libertad

desplazar el cuerpo propio hacia otros

igual de maltratados cuerpos

que al mismo tiempo que se dilaten sean capaces de inducir

la percepción real de escalofrío

una versión de la verdad que tenga sangre desmadrándose en esta

y no en otra parte del tiempo

que tenga sangre desmadrándose dentro del torso agigantado

exageradamente agigantado

de ese deseo que hace un rato

ya habíamos dado por perdido

PERO SUEÑO

[La cabeza sobre las manos y un poco de agua justo debajo del argumento. El límite es siempre un estímulo y la cabeza, portadora de sueños. Al otro lado del vidrio, las típicas cosas que suele haber del otro lado del vidrio: portarrollos eléctricos, manuscritos incompletos, imanes, planchas antiguas con detectores de movimiento.

La cabeza siempre infatigable, sólido soporte, resistente. Prototipo ideal para los no resueltos, fantasías, amplios esquemas de engaños y desvaríos. El cuerpo gravita al mismo tiempo que recita de memoria todas las contrapartidas de ese espacio que habita. Exige un lenguaje. Siempre sobre las manos, la cabeza está obligada a elegir la palabra que mejor nombra.

Dejarse afectar por la rareza viene a presentar una salida posible. El cuerpo usa la transpiración del vidrio para redactar figuras. Del otro lado, las típicas cosas se licuan o se endurecen. La cabeza portadora de sueños, recuerda. El recuerdo es el pasaje preciso y vital de un libro. El agua justo debajo del argumento. El cuerpo ha escrito ahora sobre las manos la misma frase que la cabeza ha recordado: “Digo que estoy despierto, pero sueño”.]

Inéditos, 2024.

***

Vanesa Almada Noguerón (Buenos Aires, 1980). Colabora en la revista de literatura latinoamericana de difusión digital LALT (Latin American Literature Today). Publicó los libros de poesía Entre los ruidos (2015), Quemar el fuego (2017), Los demás (2019), Límbica (2020) y Lo que no vuelve (2023). Edita el Blog «Chorrera de Palabras» (vanealmadanogueron.com).

febrero 2025 | Revista El Cocodrilo

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