El pasado miércoles 30 de octubre, de la mano de Beatriz Vignoli, Lila Gianelloni y Leandro Llull, la Editorial Biblioteca, sello de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, presentó un nuevo título: Jaaukanigás, el primer libro de Nacho Gebala Elías. El libro es el n.° 23 de la colección Alfa de la Editorial Biblioteca, serie que tiene como objetivo la publicación de escritores nóveles, dirigida por Leandro Llull.
Nacho Gebala Elías nació en Las Toscas, Santa Fe, en mayo de 1990. Es escritor, poeta y guía de turismo del humedal Jaaukanigás.
Nacho cuenta que se hizo conocido en el ámbito artístico y literario como “Nacho Estepario”, apodo que hace clara alusión al célebre libro de Hermann Hesse, que lo marcó subjetivamente en un momento de su vida, pero dice que hace un tiempo eligió, quizás por su interés en las genealogías, ser reconocido y nombrado con su apellido, que es, a fin de cuentas, lo que nos identifica: Gebala Elías.
Nacho cuenta que escribió su primer poema en la escuela, a los nueve años, y que, como la mayoría de los primeros poemas, terminó en el tacho de basura. Sin embargo, su mirada poética ya estaba instalada en él para siempre.
Nacho cuenta que recién cuando llegó a Rosario para comenzar la universidad pública volvió a acercarse a la poesía, de la que destaca su potencial liberador y a la que define, entre otras cosas, como “una invitación al mundo”. Y así puede definirse también Jaaukanigás, su primer poemario, por el que recibió en 2022 una beca del Fondo Nacional de las Artes del Ministerio de Cultura de la Nación y una mención en el Premio Provincial de Poesía José Pedroni del Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe.
Jaaukanigás, nombre que en lengua indígena de los abipones significa “gente del agua”, es una invitación al mundo, o bien, a varios mundos.
En primer lugar, un mundo para muchos desconocido: el humedal que le da título al libro y que se encuentra en el noreste de la provincia de Santa Fe. El humedal, ese lugar que hace unos años se puso de moda defender en la ciudad, pero que constituye un gran misterio para los citadinos y una causa de lucha y compromiso para el autor. El humedal, nacido “del mito/ debajo del agua”, según lo presenta en el décimo poema del libro.
Paralelamente, se abre un mundo poético que es mostrado mediante la mirada de un yo lírico que se fascina y nos fascina. Un mundo cuya flora y fauna se vuelven fantásticas; porque, aunque nos advierta que “no habrá sirenas”, es un mundo donde la iguana levita, la flor del irupé se cierra y se abre mágicamente, emergen náyades, el río te traga y el cañaveral se puebla de seres de leyendas que asustan y atraen a las infancias.
También es un mundo donde el erotismo está presente, por ejemplo, en la sensualidad del pescador de las islas cuya fragancia, “ese olor a artemisa silvestre”, se fusiona con la arena, el barro y el agua, el mismo agua que envuelve a Ofelia.
“Llegar por la laguna/ donde emergen/ levemente los yacarés”, dicen los primeros versos de este poemario, dedicado a su abuela y que es una oda al tiempo lento y a la observación. “Remar el tiempo de esa calma”, continúa.
Jaaukanigás es un recorrido por el monte innombrable, a donde la palabra llega y no. Leer estos catorce poemas es, a mi parecer, trasladarse a otro tiempo y espacio; es entrar en contacto con la naturaleza, con la vida intensa, y adentrarse, junto con la palabra, en el enigma del mundo de la poesía.
Por último, como complemento especial, el libro recupera una práctica previa a la intervención militar que detuvo las actividades de la biblioteca y la editorial. En la primera etapa, durante la publicación de enciclopedias sobre distintas regiones del país, investigadores y fotógrafos realizaban viajes exploratorios. Esta tradición se retomó de manera poética en estas páginas: Maximiliano Conforti viajó a Jaaukanigás y capturó imágenes del humedal.
PALÁN PALÁN
quién pudiera
silvestre y ocupa
nacer como la planta
brotar del abandono
crecer desde el encierro
ser fisura en el bloque
una hendija
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Nacho Gebala Elias nació en Las Toscas, Santa Fe, en 1990. Es escritor, poeta y guía de turismo del humedal Jaaukanigás. Sus textos integran los libros Rosario, una ciudad anfibia, Bitácoras de la intimidad, Maestras argentinas, Las cenizas llegaron a mi patio, Diccionario enciclopédico de las cosas que nos gustan y Orgullosa itinerante.
Jaaukanigás es su primer poemario y por este trabajo recibió una beca del Fondo Nacional de las Artes y una mención en el Premio Provincial de Poesía José Pedroni en 2022.
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noviembre 2024 | Revista El Cocodrilo