LOS TUNOS, LOS TARKOS Y LOS TERCOS, POR PAULA TURINA

por El Cocodrilo

 

Los Tunos, los Tarkos y los Tercos
Laura Rossi
Libros Silvestres
Rosario
2017
56 páginas |

Los Tunos son gente de pocas palabras. Los Tarkos, muy malos perdedores. Los Tercos, amantes de la comodidad. Los Tunos, los Tarkos y los Tercos es un libro escrito por Laura Rossi, ilustrado por Malén Lecouna y editado por Libros Silvestres, editorial que lleva adelante Carolina Musa. Laura Rossi crea en este libro –para niños y niñas y no tanto– reinos en los que sus habitantes poseen sus propias características y costumbres, además de diferencias entre ellos. Con un estilo enciclopédico, conocemos sus personalidades, a los “raros” de cada reino, la arquitectura, su zoología, sus pasatiempos, la geografía de cada territorio y las peripecias de los habitantes de Tarkistán, Tunecia y Terconia. Como menciona el libro: “Las diferencias en las costumbres y comportamientos de estos tres pueblos, muy profundas a primera vista, funcionan como un espejo donde cada uno se define por y se reconoce en el otro”. Siempre en la diferencia, podemos encontrarnos comunes a otros.

La autora cuenta que no sabe bien cómo surgen las ideas, lo único que sabe es que un día aparecen, y se van precisando a través de la escritura: “En el caso particular de este texto, recuerdo que yo venía escribiendo unos fragmentos en los que se contaban episodios de la vida de tres hermanas: la Lenta, la Joven y la Floja. En algún momento, quizás cuando sentí que esos personajes se agotaban, surgieron los nombres de estos tres pueblos”. Recuerda que surgieron primero los nombres y la línea inicial de uno de los fragmentos. Siguió un poco con la dinámica que venía trabajando con La lenta, la Joven y la Floja: foco sobre una característica que lleva a una situación, la alternancia, los paralelismos, las simetrías. Haber pasado de tres personajes a tres pueblos le permitió jugar más. En ese juego apareció también la posibilidad de ensayar distintos registros.

Laura eligió microrrelatos para contar esta historia, cree que eso que quiere contar es lo que elige su propia forma: “En el caso de este libro, la brevedad permitía el juego, la condensación de sentidos, las ambigüedades. A pesar de que mucho de lo que escribo termina en novela, a mí me gustan mucho las formas breves, más cercanas a la poesía”.

Carolina Musa, editora de Libros Silvestres, cuenta que el texto de Laura le llegó con la recomendación de otra autora de la casa. Apenas lo leyó le pareció que sí, que ese texto necesitaba un libro. “Un texto simple en su escritura pero muy hondo en sus niveles de lectura, inclasificable como género e inclasificables también su lector y su lectora. Fronterizos, les digo a esos textos, que disfrutan las personas más chicas pero también las más grandes”, afirma Carolina.

Sobre literatura infantil

Cuando escribió este texto, la autora no lo pensó como texto “infantil”. Le cuesta mucho pensar en esos términos. Le parece, más bien, que hay ideas o personajes que le permiten abrir el juego, experimentar con el lenguaje, tensarlo, extender los límites que otros temas o que otras historias le imponen. “La riqueza está en esa exploración, en el propio asombro”, afirma.

Para ella, en un libro infantil no hay un elemento “indispensable”, pero sí cree que tiene que estar la idea de juego, la posibilidad de abrir múltiples sentidos, de iluminar aspectos del lenguaje que, de otro modo, no tendrían lugar.

En definitiva, como comenta la editora, se trata de generar con el texto una experiencia de placer. Que los chicos y chicas quieran volver a leer y leer más, que despeguen otros mundos a partir de lo que el texto propone; que no sea un universo cerrado, edulcorado y sin fisuras sino abierto, crítico, en ebullición.

¿Cómo editar libros infantiles? La experiencia de la editorial Libros Silvestres

La editorial Libros Silvestres, que edita y dirige Carolina Musa, es una editorial infantil y rosarina que hace casi cuatro años publica libros de calidad literaria pero también delicados en sus diseños. Más allá de que sintamos a los libros como objetos, en este caso, no quedan dudas de que lo son: un objeto de colección que ofrece una experiencia en el momento de su lectura. Cuenta Carolina que, con su socia de entonces, Laura Oriato, publicaron su primer libro a fines del 2014, un libro pop-up que armaron completamente a mano. Caserío fue bien recibido en la ciudad y, si bien ya tenían una visión del proyecto editorial, se consolidó rápidamente en 2015 y 2016 con dos premios que ganaron en la categoría editorial (uno de la provincia y otro de la nación) que les permitieron publicar otros seis títulos. Actualmente el catálogo tiene dieciséis títulos, más otros dos que están en imprenta.

Artículos Relacionados